En esta Semana Santa participamos de un Retiro bajo el lema “Yo soy la Resurrección y la Vida”; del cual participaron alrededor de 40 jóvenes desde los 15 hasta los 35 años, de los distintos grupos parroquiales - y también fuera de la parroquia - para compartir y recordar el camino de Jesús en su muerte y resurrección.
Fueron días totalmente renovadores en los cuales verdaderamente nos sentimos muy acompañados. Sentimos la presencia de Jesús entre nosotros, y como nos hablaba a cada uno de una forma distinta, mediante las cosas e incluso a través de los otros chicos.
Al principio estábamos súper entusiasmados de poder realizar este retiro, pero también rondaba la incertidumbre de llevarlo a cabo, dada la situación actual; pero ni el Covid-19 nos impidió estar unidos en Cristo.
Desarrollamos un protocolo para poder convivir todos juntos de forma ordenada y responsable. Fueron separados en burbujas por colores, con la cual compartieron prácticamente todo el retiro; si bien en las charlas estaba con las demás burbujas, con la suya dormían, almorzaban, etc.
Al mismo tiempo, destinamos un baño para cada burbuja, para que no se mezclaran con los demás chicos, y así controlar con mayor facilidad la sanitización y ventilación constantemente los espacios ocupados.
Nos rondaba el miedo nadie participara, o si entre ellos se llevarían bien, como otras dudas; pero nos unimos en la oración, no solo los jóvenes - desde la pastoral juvenil de la parroquia - sino que fue un gran trabajo de colaboración y disposición de toda la Comunidad parroquial con la ayuda de nuestros sacerdotes que estaban ahí con nosotros y Dios que nos acompaño siempre.
Compartimos juntos el Vía Crucis que se llevo a cabo en las instalaciones parroquiales, donde nos bronceamos un poco por la intensidad del sol.
Los chicos acabaron el retiro súper felices y renovados con Cristo resucitado en ellos; se volvieron muy cercanos entre todos. Compartieron no solo momentos de alegría, sino también de tristeza, como de mucha emoción.
Recibimos mucha colaboración y oración por parte de bastante gente de buena voluntad, a los cuales les estamos total y completamente agradecidos; pero sobre todo a las personas de los distintos grupos parroquiales que se unieron para trabajar juntos por nosotros y para gloria de Dios. Estuvieron acompañando en la cocina con las comidas, con la limpieza de los baños, las charlas, adoración, decoraciones, como de muchas otras cosas más que en este momento no me estaría acordando; pero la verdad es que se pusieron la Camiseta de la parroquia, y apostaron por nosotros lo cual nos llena el corazón.
Agradecemos ante todo a nuestro Amigo Jesús que nos ama, nos espera, nos perdona y apuesta por nosotros, aunque no siempre estemos cerca de el. También a nuestra Madre María que nos cubre y nos protege siempre con su manto; que nos guía y nos acerca cada vez más a Jesús.
En fin, fueron días intensos, renovadores y transformadores; donde estuvimos dispuestos a escuchar lo que Dios tiene planeado para cada uno de nosotros. Esperamos que podamos seguir realizando actividades como esta, y muchas más.
Le agradecemos así también al Padre Juan Carlos que viajó desde Buenos Aires y nos acompaño todo el retiro; quien nos hizo reír, pero también nos hizo sentir y saber que Cristo nos ama. Gracias a nuestro Párroco Víctor Filippini CM y a nuestros sacerdotes, Padre Lorenzo Pereira CM y Padre Eduardo "Lalo" Ceballos CM por confiar y apostar por nosotros.
Tomas "Tucky" Speso
Acción Católica Argentina
Parroquia San Juan María Vianney - Santuario Arquidiocesano de la Medalla Milagrosa
Santa Lucía, San Juan, Argentina.
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